Juan de la Mar Hotel está ubicado en la emblemática calle del Pescador, en el centro de Necoclí. Con una arquitectura caribeña moderna, se distingue por su fachada adornada con veraneras que caen desde el segundo piso hasta el primero, bañando el frente de color y frescura. Las letras en relieve y los detalles inspirados en las molas de los indígenas Tule Kuna realzan su identidad cultural y su compromiso con la estética local. El hotel cuenta con ocho habitaciones cómodas y bien equipadas, con baño privado, Smart TV, Wi-Fi, aire acondicionado y muy buena lencería. Algunas habitaciones incluyen escritorio auxiliar, ideales para huéspedes que combinan descanso y trabajo remoto. Entre sus instalaciones destaca un auditorio abierto con ayudas audiovisuales, perfecto para reuniones, conferencias y talleres de hasta 45 personas. Además, dispone de servicio de alimentación que incluye desayunos tradicionales de Necoclí, desayunos continentales y almuerzos preparados con productos locales. También ofrece servicio de catering para eventos. Juan de la Mar Hotel ha hecho una apuesta fuerte por la sostenibilidad: toda su energía proviene de paneles solares, y su cocina trabaja bajo una filosofía de economía solidaria, adquiriendo plátanos, frutas, quesos y otros insumos directamente de productores locales. Su ambiente combina el confort contemporáneo con la esencia del Caribe, ofreciendo un espacio fresco, acogedor y conectado con la vida de la calle del Pescador, a solo 40 metros de la playa.

Precio desde: $185000.00 COP

Te puede Interesar:

Justo antes de llegar al Hospital San Sebastián de Urabá, en el casco urbano de Necoclí, se encuentra La Primavera, un barrio que ha decidido reinventarse a través del arte. Allí, la Corporación Solo Arte, viene desarrollando una iniciativa cultural y comunitaria: Primaveras de Colores.
Hace más de una década, en el corregimiento de El Totumo (Necoclí), comenzó a germinar una transformación profunda: la Corporación Cultural Totumo Encantado se propuso sembrar arte en medio del territorio, y desde entonces, su cosecha ha sido una comunidad más viva, más conectada y resiliente.
En la vereda La Marimonda, a unos 40 minutos del casco urbano de Necoclí, la naturaleza y la comunidad se han unido para dar vida a una experiencia de turismo comunitario que enamora. Entre bosques frondosos y la ciénaga más grande de la región, los visitantes pueden vivir el privilegio de avistar cinco especies de primates, observar aves migratorias y compartir con la gente que protege este territorio. Un proyecto que no solo abre las puertas a los turistas, sino que fortalece la economía local y fomenta la conservación de los ecosistemas.
Scroll to Top

Contacta Aquí

Contacta Aquí

Contacta Aquí

Contacta Aquí

Reserva Aquí